Algarrobo, padre de los árboles, aparte de producir gran cantidad de néctar y polen nos brinda refugio, nitrogena el suelo y nos entrega sus frutos, que nos alimentan, brindándonos fibras y proteínas.
Puede ser una tarea muy divertida salir con nuestros hijos y nuestros amigos a recolectar los frutos del algarrobo. En los últimos días de diciembre ya están madurando los primeros.
En algunas preparaciones los podemos consumir frescos, como en los refrescos o licores. Si los dejamos secar y los molemos, transformándolos en harinas nos sirven para preparar panes y budines.
Y si los tostamos y molemos los podemos convertir en café.
En nuestro pueblo encontramos muchos algarrobos en las calles, en las plazas, en los montes cercanos, etc. También encontramos alimento en los frutos del mistol, la tuna, la tusca, el piquillín y otros.
Por otro lado, la tusca lleva el mismo proceso: la recolectamos, la secamos, la molemos, nos alimentamos.
Cuando el sol con su magia
Lo deja florecido de oro al tuscal
El crespín va rompiendo el silencio
Por amargos senderos de sal…
Mario Arnedo Gallo
Entonces, no queda otra cosa que preparar algunas dulzuras con estos frutos del monte para disfrutar todo s sabor. En este espacio iremos agregando recetas nuevas para aprender a utilizar los frutos del monte. Este mes…
Licor de algarroba
Ingredientes:
300 gramos de algarrobas
250 cc. de alcohol
1 litro de leche
100 gramos de azúcar
2 yemas
Preparación:
Macerar durante 7 días 200 gramos de algarrobas frescas, machacadas en el alcohol. Pasados los 7 días hervir la leche con los 100 gramos de algarrobas restantes bien machacadas y agregar el azúcar; dejar entibiar, colar y agregar (batiendo siempre) las yemas y el alcohol.
Volver a filtrar y embotellar.
